historia
Un legado de tradición y sabor en el corazón de Rioja Alavesa
La Bodeguilla Lanciego se levanta sobre un patrimonio de autenticidad y esfuerzo, heredado de la Cooperativa Nuestra Señora del Campo, fundada en 1951 en el pintoresco pueblo de Lanciego, en el corazón de Rioja Alavesa. En una tierra de humildes orígenes, 69 valientes viticultores se unieron para enfrentar los desafíos económicos y preservar la tradición vitivinícola.
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Desde sus inicios, el trabajo en la cooperativa fue arduo y completamente manual. En los años cincuenta, la vendimia en Lanciego comenzaba al amanecer, cuando los viticultores salían al campo antes de despuntar el sol. Las uvas se recolectaban a mano y se colocaban en grandes comportones, cestas robustas que luego se cargaban en caballos o mulas para recorrer largos caminos hasta la cooperativa.
Desde sus inicios, el trabajo en la cooperativa era un reflejo de la unión comunitaria: familias enteras se involucraban en el proceso de vendimia, recogiendo a mano cada racimo y transportándolo hasta la cooperativa en largas jornadas.
Fue en 1959 cuando Pepe Ocio y María Querejazu, con espíritu emprendedor, llevaron el vino de Lanciego a Vitoria, abriendo La Bodeguilla. Este modesto almacén en el emergente barrio de Judimendi pronto se convirtió en un punto de referencia, ofreciendo vino a granel y conectando a la ciudad con la rica tradición de su tierra de origen.
La Bodeguilla, situada cerca del antiguo ferrocarril Vasco-Navarro, se expandió gracias al creciente cariño de sus clientes. Tras su éxito inicial, Pepe y María compraron el negocio a la cooperativa y lo transformaron en lo que hoy es el emblemático restaurante Bodeguilla Lanciego, manteniendo siempre la calidez y sencillez de un espacio enraizado en la tradición.
En sus comienzos, el restaurante estaba ubicado en el otro lado de las vías del antiguo ferrocarril Vasco-Navarro, en la calle Olaguibel de Vitoria. En aquella época, este ferrocarril de vía estrecha conectaba distintas zonas del País Vasco y Navarra, pasando por Vitoria hasta su cierre en 1967. Esta línea tenía un paso a nivel en la calle Olaguibel, en el barrio de Judimendi, donde se encuentra el local original del restaurante. La infraestructura ferroviaria no solo formaba parte del entorno, sino que dividía las áreas de la ciudad y marcaba una frontera física que ya no existe debido a su desmantelamiento y urbanización en las décadas posteriores.
Bodeguilla Lanciego, bajo la dirección de José María Ocio, evolucionó con los tiempos, manteniendo la esencia de la cocina de proximidad. Con una oferta auténtica y de calidad, el restaurante se convirtió en un punto de encuentro para todos los sectores de la sociedad vitoriana, ganándose el cariño y la fidelidad de su gente.
Hoy, la tercera generación, formada en el prestigioso Basque Culinary Center, lleva la herencia de Bodeguilla Lanciego al siguiente nivel. Con técnicas contemporáneas y una visión innovadora, continúan elevando la tradición gastronómica de Rioja Alavesa, respetando los sabores locales pero con una presentación fresca y actual.
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Bodeguilla Lanciego es, más que nunca, un homenaje vivo a la historia y a quienes han labrado este camino. En cada plato y en cada copa de vino, se honra la esencia de una región y la pasión de una familia que, durante más de seis décadas, ha sabido mantener viva la autenticidad del legado vitivinícola y gastronómico de Rioja Alavesa.